Cuando empezamos a vivir alineadas con quienes realmente somos, algo cambia por dentro: dejamos de compararnos.
Ya no necesitamos mirar a la otra para ver si estamos haciendo lo correcto o haciendo lo mismo.
Ya no sentimos esa presión constante.
Porque entendemos que cada una es diferente.
Tú eres tú, yo soy yo.
Y eso está bien.
Cuando vivimos desde un lugar que no es nuestro
Muchas veces intentamos encajar en cosas que no nos pertenecen:
aceptamos trabajos que no nos llenan, seguimos caminos que no vibran con nuestra energía o nos quedamos en relaciones que no se sienten bien en nuestro corazón.
Y en ese intento de ser “lo que creemos que deberíamos ser”, nos desconectamos de nosotras mismas.
Caminar desde lo que vibra contigo
Vivir alineada no significa tener todo resuelto ni saber exactamente hacia dónde vamos.
Significa escucharte, sentirte y preguntarte:
¿Esto vibra conmigo o lo hago por cumplir?
¿Esto me acerca a lo que deseo o me aleja de mí misma?
¿Se siente ligero o se siente forzado?
Cuando eliges caminar desde lo que vibra contigo, dejas de mirar tanto hacia afuera.
Dejas de compararte y empiezas a vivir desde tu propio ritmo, desde tu verdad.
Tú eres tú, yo soy yo
Cada una tiene su ritmo, su propósito y su manera de brillar.
No hay prisa, ni competencia.
Compararnos solo nos roba energía y nos desconecta de quienes realmente somos.
Una invitación
Hoy te invito a hacer una pausa y preguntarte:
¿Estoy caminando un camino que se siente mío?
¿Estoy viviendo desde lo que vibra conmigo o desde la expectativa de otros?
¿Qué pasaría si simplemente me permitiera ser yo?
Recuerda: no viniste a este mundo para cumplir con lo que otros esperan de ti.
Viniste a ser tú.
Y cuando eliges vivir desde lo que vibra contigo, todo empieza a sentirse más verdadero.
0 comentarios